Contempla, escucha, disfruta… sin prisa…

Cada año, al llegar el mes de marzo, no puedo evitar sonreír.

Ver la mano de Dios en cada uno de los brotes que ya apuntan hacia la primavera, hace crecer mi Fe y mi Esperanza en que pase lo que pase, siempre habrá una primavera asomando para dejar atrás un gélido invierno.


El verano casi se ha ido, ha sido como un suspiro que da paso a una larga rutina invernal. 

Las vacaciones estivales me ha regalado una desconexion mental que sin duda necesitaba, el trajín del día a día te lleva a tener demasiado ruido en la cabeza y no puedes escuchar el ansiado silencio que calma hasta el último rincón de nuestra alma. 

La ciudad siempre tan follonera,  nos va regalando pitidos, taladros de obras , ruido de motor… pero disfrazado entre tanto ruido, aún nos queda la magia. 

La magia del replicar de las campanas de la iglesia del barrio, la magia de la brisa jugando entre las hojas de los árboles,  la magia del sonido de la olas del mar… 

Te invito, a que contemples,  escuches y disfrutes sin prisa, en un momento del día este regalo, una maravilla gratis para tus oídos, tus ojos… los tienes cerca, para ti,  para alimentar de calma ese instante en tu día. 

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