Tómate tu tiempo.

Alimentarse es vital. Si no comemos, morimos… si no bebemos, morimos… Pero lo que puede ser un placer para algunos, para muchos es una pérdida de tiempo. ¿Cuantos de nosotros hemos aprovechado la hora de comer para hacer recados?, más de uno, seguro. Pero lo que más inquieta es que el ritmo frenético nos lleva a olvidarnos de hacer cosas tan básicas para nuestra salud como comer bien, comer sin prisa. Hace años, cuando yo era pequeña, el bocadillo a la hora de comer tenía dos acontecimientos asociados, la excursión del colegio, o el domingo en el campo con la familia. Era más fácil llevar un bocadillo de tortilla que un conejo al ajillo… Hoy en día esas situaciones esporádicas se convierten en casi diarias para mucha gente.

El estómago, tarda en lanzar la sensación de «ya estoy lleno» al cerebro unos 20 minutos. Se tarda en engullir un «fast food» en cualquiera de sus modalidades unos 7 minutosy como no es tiempo suficiente comemos y comemos hasta que tenemos esa sensación de saciedad. La consecuencia, malas digestiones, carencia de nutrientes, obesidad… Y es que la necesidad de tener tiempo nos lleva a tener como aliados al peor enemigo, la prisa. Comemos de pie, o andando, o delante del ordenador…

Hace un tiempo mi necesidad de conocer otras culturas me llevó al Japón. ¿Por qué las japonesas no engordan? (título de un libro), porque además de alimentarse con una dieta rica en verduras, pescado, y arroz, comen despacio. Hacen una cosa detrás de la otra. Comen, mastican y tragan trozos pequeños, y se toman su tiempo… tiempo para disfrutar de la comida y percibir el gusto de las mezclas de la gastronomía.

Carlo Petrini fundó en 1989 el «Slow Food Movement», su objetivo era preservar la cocina tradicional , regional y promover un estilo de alimentación basado en comer a conciencia y con calma. Aprender a ingerir buenos productos tranquilamente, teniendo en cuenta la calidad de la materia , las tradiciones gastronómicas,  debe ser sensacional.

La búsqueda de los ingredientes sanos y naturales ha llevado a grandes marcas a desarrollar productos como se hacían antaño, este es el caso de las panaderías de Oriol Balaguer en las que encuentras un pan con ingredientes sanos, de calidad, como antes. Si además te lo comes saboreando la textura , el aroma y el gusto de ese exquisito pan, el comer se convierte en un placer…

Tómate tu tiempo … practica el «Slow Food Movement».